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jueves, abril 5

Se miró. Contempló su rostro frente al espejo, sin embargo seguía sin poder verse a sí misma.
Enfrentó a sus ojos, una pizca de agua salada se asomó.
Sonrió. Pensó estar tan lejos de allí, pero no era así. Solo estaba separada a ella.
¿Un paso, dos pasos, tres...?
Uno, dos, tres vasos de agua. Habían sido más de dos litros ese día.
Buscó el libro, la linterna, el cuaderno y la lapicera. Vio su mano danzando sobre el papel. Mientras, ella misma se rozaba. Pensó en lo que ahora estaba escribiendo.
Se acostó, le dolía el estómago.
Escuchó el sonido de un mapache.
No era lugar para mapaches, pero, ¿qué lugar era para ella?
Pensó en él, pensó en ella y...
No lo soporto más.
El viento sonaba a su alrededor.
Se durmió.

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