.

.

jueves, abril 5

No demasiados pasos, ningún riesgo. A cada acción le correspondía un número, y guarda si te querías saltar alguno.
Vivía escondida, porque ahora eso era vivir.
Detrás de las rejas a pesar de no haber cometido ningún delito. Como muchos, como todos.
Ella no era lo suficiente... No tenía lo que se necesitaba para...
Por eso se atenía al régimen.
Sin saber que ya estaba muerta.


Dime:
¿Cómo podía estar tan segura de que esa no iba a ser la última vez que miraba el techo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario