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miércoles, diciembre 7

A vos.
Sí a vos te hablo, espero que cuando termines de armar el árbol de navidad y lo único que te queden sean las luces, cuando las enchufes te de corriente.
Que te golpees con la punta de la cama el dedo chiquito del pie.
Ojalá se te cruce un gato negro y seas una persona supersticiosa, entonces a la noche tengas pesadillas.
Espero que cuando vayas a buscar algo muy importante se te olvide que era.
Que comas un durazno podrido y tu perro o gato te vomite en la alfombra que compraste hace poco.
Ansío que te den ganas de hacer caca cuando no estés en tu casa y que finalmente consigas un baño, pero cuando termines te des cuenta que no hay papel higiénico, ni bidet. Tampoco funcionaba la cadena.
Ojalá vayas al casino y no ganes ni un centavo.




Pero cuando sea de noche y tengas pesadillas tengas al lado alguien que te abrace.
Que consigas una curita para tu pobre dedo del pie.
Que el durazno te haga acordar al helado que comías cuando eras pequeño, vayas a aquella vieja heladería, que el dulce sabor borre todo lo amargo y por un segundo viajes en el tiempo.
Cuando ya estés en la quiebra por haber perdido tanto dinero, caigas en la cuenta de algunas cosas importantes.
Al otro día lleves a tu perro o gato al veterinario y te encuentres un amor platónico.
Que puedas escapar por la ventana del baño sin que te pesquen.
Espero que empieces a lavarte los dientes de noche y luego de hacerlo pongas un poco de dentífrico en tu dedo levemente "electrocutado".
Y por olvidarte de esa cosa tan importante, te acuerdes de otra insignificante.


¡Au revoir!
Je vais respirer.

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